UNA RELACION SINGULAR: ENSEÑAR CON TECNOLOGIA
En los procesos educativos se establecen relaciones múltiples entre los agentes y los medios y, como apuntamos, la relación que se establece entre la tecnología de la información y la comunicación y los profesores como agentes del cambio educativo no esta exenta de polémica.
Pero, concretamente, ¿para que?, ¿qué sentido mas allá de la propia innovación puede aportar enseñar con tecnología?, ¿existe una relación directa entre enseñar utilizando medios tecnológicos y aprender a utilizar dicha tecnología? Quizá para clarificar todo esto estas la siguientes finalidades de la incorporación de la tecnología de la información y la comunicación en los contextos educativos escolares.
1.- Finalidad socializadora: orienta, principalmente, por el propósito de insertar al alumno en la sociedad de la información y en el desarrollo de la propia cultura.
2.- Finalidad responsabilizadora: supone la tendencia guiada por el compromiso y la implicación del alumno en su propio aprendizaje al asumir el reto de aprender mediante un nuevo medio.
3.- Finalidad informativa: se prioriza la búsqueda y la consulta de informaciones variadas y contrastadas provenientes de fuentes también diversas.
4.- Finalidad comunicativa: esta presidida por la intención de expresar los propios conocimientos, experiencias y opiniones en un contexto comunicativo real. Para ello la tecnología de la información y la comunicación propone un ámbito efectivo de comunicación donde la audiencia no es simulada y donde el contenido de la comunicación puede llegar al destinatario y recibir respuesta en un corto periodo de tiempo.
5.- Finalidad formativa y formadora: su objetivo básico se centra en la construcción de conocimiento personal y asistido por la ayuda del profesor y de otros compañeros.
6.- Finalidad motivadora: esta guiada por la ampliación de los conocimientos siguiendo itinerarios personales y mediante la exploración libre u orientada.
7.- Finalidad evaluadora: se rige por la plasmación pública del aprendizaje realizado y por la argumentación de los procesos de comprensión de los contenidos.
8.- Finalidad organizadora: centra el énfasis en la clasificación y ordenación de la propia manera de proceder en los requisitos docentes y discentes. Es posible que en el entorno escolar se utilice la tecnología para codificar y sistematizar el trabajo del profesor o para coordinar o reglamentar el trabajo de los alumnos.
9.- Finalidad analítica: su puesta en marcha requiere concentrar los esfuerzos de la utilización de la tecnología representada por el ordenador como medio de indagación educativa.
10.- Finalidad innovadora: se requiere la integración de diferentes medios tecnológicos para obtener un resultado funcional sin precedentes y muchas veces de carácter particular y poco transferible.
11.- Finalidad investigadora: supone, principalmente, la puesta en marcha de procesos basados en el método científico con el fin de llevar a cabo pequeños estudios realizados individualmente o en grupo.
Muchas de estas finalidades están relacionadas entre ellas y se pueden dar al mismo tiempo, como también se observa que según la finalidad que presida el proceso educativo concreto se establecerá uno u otro tipo de relación entre la tecnología y el profesor y sus alumnos.
Mas allá de comentar detalladamente las repercusiones del enfoque de una relación didáctica centrada en cada una de las finalidades, queremos poner de manifiesto que la tecnología de la información y la comunicación representada en muchos casos por un ordenador es un medio como lo es la televisión, la prensa o el video que se han introducido con cierta facilidad en los centros educativos. Como tal medio no se desarrolla de manera intrínseca una finalidad en si mismo.
