4.2 LA INTERACCIÓN ELECTRÓNICA.

Cuando tratamos la interacción virtual no la especificamos solo desde el punto de vista, ya bastante importante por si solo, de su utilización para potenciar el aprendizaje, sino como ingrediente constitutivo de la naturaleza del contexto virtual que teje la vitalidad que se desarrolla en él.
Más recientemente se han tenido en cuenta otros tipos de interacción y quizá una manera más completa (Barbera y otros, 2001; Garrison y Anderson, 2003; McVay 2002). Mientras que se piensa que la interacción virtual queda representada por el hecho de clicar el ratón para ir a una página Web o a un enlace determinado, nosotros creemos que este concepto se debe tomar más enserio, puesto que marca la diferencia entre unos u otros contextos virtuales. En demasiadas ocasiones se ha centrado la atención en todo aquello que atrae quien accede a las páginas de Internet: el uso de gráficos intermitentes, colores llamativos, animaciones, palabras enlazadas, sonido, etc.
Estos recursos ni promueven la motivación ni mantienen la atención del alumno. Al contrario se tornan en distracciones que le hacen saltar de un lugar a otro sin rumbo y con la clara aunque no intencionada finalidad de perderlo si lo tuviera. Por esta razón estos elementos han de estar muy bien seleccionados y responder a una carta de navegación nada oscilante.
De este modo y aunque es posible que la presentación de la información y de las actividades sea muy atractiva, tendrá que resultarlo también para el sistema social y cognitivo del alumno que lo lleve a interrelacionarse virtualmente y compartir y a interiorizar lo que está aprendiendo. Por tanto, se deberán atender a estos dos sistemas, y no sólo al sistema visual o auditivo que rige la presentación de la información.
1. La interacción que el alumno establece con el contenido:
a) Naturaleza de la interacción; para provocar la interacción entre el alumno y contenido de aprendizaje se puede decir que no sirve todo tipo de contenido, o mejor dicho, no sirve cualquier tipo de presentación del contenido de aprendizaje. El material debe tener un objetivo de aprendizaje y una secuencia que secunde la consecución de este objetivo virtualmente, y ello requiere unas normas de diseño que apelen a la coherencia interna en la presentación del contenido serán evocadas mediante una interacción positiva y eficaz entre el alumno y dicho contenido.
b) Favorecimiento de la interacción: existen numerosas de potenciar una interacción positiva entre alumno y contenido que promueva el aprendizaje. El planteamiento de actividades de auto-evaluación es otro modo de promover la interacción con el contenido. Depende del contenido y su presentación pero se pueden plantear preguntas cortas o preguntas más largas en las que se incorporen directrices para su respuesta, pero a las que no se pueda acceder si no ha contestado el alumno primero.
2. La interacción establecida con el profesor:
a) Naturaleza de la interacción: la interacción del alumno es menos previsible, más abierta y menos dependiente de un programa informático concreto, pero también está sometida a requisitos comunicativos telemáticos y supone más dedicación de tiempo y esfuerzo.
b) Favorecimiento de la interacción: el profesor puede colaborar para mejorar una mejor interacción. Construyendo objetivos de aprendizaje comunes y realistas sobre el trabajo realizado virtualmente.
Esta construcción se puede llevar a cabo mediante diferentes actividades de propuesta y discusión que se pueden hacer en la clase presencial o virtualmente. Mostrando flexibilidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje y no tanto modificando los objetivos que se deben conseguir, sino la manera de acceder a ellos, que en un contexto virtual puede ser muy diversa. Así se debe relacionar las actividades virtuales con las actividades de clase y cultivar la conexión telemática social para incrementar la pertenencia a una comunidad, sobre todo si, como en el caso de los proyectos telemáticos, dicha comunidad está compuesta por alumnos de diferentes escuelas e incluso situadas en distintos países.
3. La interacción que el alumno establece con sus compañeros:
a) Naturaleza de la interacción: el modo más común de interacción escolar virtual en re iguales es el trabajo educativo realizado en pequeños grupos. En cualquier caso, de modo presencial o virtual, se ha de garantizar la diferenciación de los logros del grupo de los individuales y no solo para la realización de su evaluación, sino también para la propia credibilidad y motivación para seguir interactuando en un futuro.
b) Favorecimiento de la interacción: se utilizan técnicas propias del trabajo virtual en pequeños grupos, como las discusiones electrónicas sincrónicas (espacios de Chat…), o asincrónicas (tableros de debate…), actividades de role playing y simulaciones, y el desarrollo de técnicas, como la estrella que favorecen la participación dinámica de todos los alumnos y juegos virtuales que desarrollan situaciones lúdicas de aprendizaje en las que se deben compartir los puntos de vista, los procesos de análisis y las soluciones han de ser conjuntas para llevar el trabajo hasta el final.
4. La interacción establecida con el mismo:
a) Naturaleza de la interacción: la interacción del alumno con el mismo representa la parte cognitiva del aprendizaje en la que el alumno se sume en una especie de dialogo interior que reorganiza, reelabora y acaba interiorizando el conocimiento llegando a un enriquecimiento significativote su sistema cognitivo. La interacción del alumno con su propio sistema cognitivo supone activar procesos de comparación síntesis- análisis, reflexión y valoración del conocimiento.
b) Favorecimiento de la interacción: el profesor puede enriquecer este tipo de interacción pensando momentos específicos en la secuencia educativa para tratar de explicar y compartir estos procesos internos. Primero se puede facilitar estas explicaciones mediante preguntas dirigidas y, mas adelante, se puede hacer de una forma más espontánea. También atribuir personalmente un valor de aprendizaje propio, mediante procesos auto evaluativos ayuda a estimar su alcance y aplicarlo en posteriores situaciones de un modo más consciente y ajustado.
Detectamos al menos tres carencias de enfoque general de diferente tipo que creemos importante poner de manifiesto por sus repercusiones en el planteamiento del uso del aula virtual:
1. La primera carencia que apuntamos es que se presenta como un planteamiento excesivamente centrado en el alumno y, como hemos defendido anteriormente, un contexto virtual tiene una esencia dinámica, donde las interacciones que se establecen son múltiples y no mantienen siempre en el foco didáctico del alumno (Salomón, 1992). Aportando otro matiz a lo que acabamos de decir y para reforzarlo observamos cierto olvido de reciprocidad en el trato de la interactividad; con ello queremos dejar de manifiesto que se ha de tener en cuenta de una manera explicita que las relaciones son reciprocas, bidireccionales, en una palabra, de influencia mutua (no solo del alumno al profesor, sino del profesor al alumno; tampoco solo del alumno al contenido al alumno).
2. La segunda se traduce en términos de la necesidad de inclusión obviada en la propuesta de Mc Vay (2002), pero también la de otros muchos otros autores (Keegan, 1996; Moore, 1994) de las interacciones mutuas que se constituyen en la relación entre el contenido de aprendizaje y el profesor.
3. La tercera es que detectamos la ausencia del reconocimiento de la tecnología como un elemento importante.